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La Leyenda de la Coca De Redondela

La coca de Redondela
La coca de Redondela

Bajamos ahora las montañas gallegas en la frontera con Portugal y nos dirigimos a la costa, a las Rías Baixas para descubrir la leyenda de la Coca de Redondela. Fue alrededor del año 1300, en plena Edad Media. Mil trescientos y cuanto? No importa, porque esto es una leyenda.

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    La leyenda de la Coca de Redondela en Galicia

    El pequeño pueblo pesquero de Redondela, situado al final de la ría de Vigo, cerca del pueblo de Soutomaior, dormía ese día en un apacible estancamiento. Los pescadores, que ya habían salido al amanecer para traer nuestro pescado diario, ya habían regresado de su trabajo.

    Dos niños caminaban por la desembocadura del río Alvedosa, en dirección a la Ría de Vigo. Miraron al mar y notaron que el agua se movía de manera extraña. Al rato, vieron que el agua empezaba a burbujear, como una cacerola de rico cocido gallego.
    Asustados por esto, huyeron del lugar que discurría por el Caminho da Portela hacia el pueblo de Redondela, donde vivían. Mientras corrían, de vez en cuando miraban hacia atrás con miedo, buscando nerviosamente con sus ojos algún monstruo, alguna
    dulce niña, o algún otro ser aterrador de los muchos que hay en Galicia, y que los estaría persiguiendo.

    Animal extraño y monstruoso con cuerpo de dragón

    Al llegar al pueblo, vieron a mucha gente asustada, rezando con sus rosarios y lamentando en voz alta que había llegado la hora del fin del mundo. Dijeron que había aparecido en Redondela un animal extraño y monstruoso, con cuerpo de dragón.

    Tenía una cola enorme, con forma de gran serpiente. Y esa cola, decían los asustados vecinos, era tan afilada como los palos que se utilizaban para sacar los berberechos de la arena. Este animal demoníaco apareció entre las olas del mar cerca de la desembocadura del río Alvedosa y se arrastró hacia tierra firme.

    Todos podían ver las fuertes garras de sus cuatro patas. En su cabeza, sus dos diabólicos ojos rojos brillaban como brasas. Su boca, de enormes mandíbulas, estaba muy abierta y estaba armada de grandes dientes puntiagudos. El monstruo verdoso y malvado avanzó siniestramente hacia un grupo de personas, que se encontraban allí paralizadas de terror ante la aparición demoníaca. Movía su enorme cabeza de un lado a otro.

    De repente, se abalanzó y agarró a una niña que estaba cerca y la arrastró al agua. Ambos desaparecieron. La gente del pueblo estaba aterrorizada. Día y noche todos hablaban de esta extraña aparición del monstruo marino, que sería el Leviatán descrito en la Biblia, aseguraron algunos.

    Al cabo de unos días, el monstruo regresa y ataca de nuevo a otros niños, siempre los más pequeños y bellos, según cuentan hasta el día de hoy los vecinos, y se los lleva al mar. Y una y otra vez… y otra vez. El terror se apodera de los residentes. El monstruo se había acostumbrado a secuestrar a las indefensas niñas del pequeño puerto de Redondela. ¿Quién sería
    la próxima víctima de este demonio?

    La coca de Redondela en la isla de San Simón

    Un día, un marinero navegaba por la cala de San Simón y pasó cerca de la isla del mismo nombre, no lejos de Redondela. Escuchó a los niños gritar. Que raro. Nadie vivía allí, pensó. Desvió el barco acercándose a la isla.

    ¡Para su sorpresa, descubrió que los gritos procedían de varios niños de Redondela que habían sido secuestrados por el monstruo marino!

    Probablemente la criatura malvada y glotona los guardaba allí, en la isla de San Simón, como suministro de alimento para sus comidas.

    El marinero corrió, es decir, navegó lo más rápido que pudo hasta el pequeño puerto de Redondela. Al llegar allí, informó a los vecinos que había encontrado a los niños desaparecidos. Había llegado el momento de vengarse del monstruo diabólico. Los
    hombres corrieron hacia el herrero del pueblo, quien les hizo espadas a todos. Normalmente, según las leyes feudales de la Edad Media, a la gente común no se le permitía portar espadas.

    Pero esta fue una excepción. Bien armados, los redondelanos aprovecharon la marea baja, cuando una franja de tierra une la isla de São Simão con tierra firme, y se dirigieron a la isla. Allí encontraron a los niños prisioneros del monstruo, y él estaba cerca observándolos. Tras una dura lucha, los hombres de Redondela consiguieron acabar con aquel monstruoso con la Coca de Redondela. Hubo gran
    alegría entre los pescadores.

    Origen de la fiesta de la Coca de Redondela

    Victoriosos, realizaron una danza alrededor del cuerpo de la bestia muerta, al son de las gaitas gallegas y agitando sus espadas. Regresaron a Redondela llevándose a los niños y también el cuerpo del fallecido malvado dragón marino, para que la gente del pueblo no dudara de su hazaña. Era la época de las fiestas del Corpus Christi. Al regresar al pueblo, los valientes pescadores también fueron recibidos en una celebración y pronto tuvo lugar una procesión cristiana en agradecimiento por el fin del monstruo. En algún momento de esta procesión, los pescadores decidieron mostrar a los aldeanos cómo habían matado al dragón.

    De esta manifestación nació la Danza de la Espada, que hasta el día de hoy, al son de la gaita gallega, interpreta un grupo de 25 jóvenes vecinos de Redondela, durante la procesión del Corpus Christi. Los jóvenes van armados con espadas de madera y cuerdas, recordando a todos la valentía de quienes acabaron con este animal infernal, la Coca de Redondela.

    Fiesta de la Coca de Redondela
    Fiesta de la Coca de Redondela

    La realidad de A Coca de Redondela

    La Coca de Redondela podría ser un cocodrilo que llegó accidentalmente a esos lugares de la ría de Vigo en Galicia procedente de las corrientes marinas. El historiador local José Martínez Crespo afirma que se trata de un cuento de pescadores de creación reciente. En la década de 1940, antes de ese año, la Coca-Cola era algo desconocido. Sin embargo, la revista Galicia Moderna.

    El problema fue que durante la invasión de España por Napoleón, los archivos de Redondela fueron quemados por los franceses. Hay otros lugares que tienen registros mucho más antiguos de la Coca. Hay festivales similares en varias ciudades, como Toledo, Granada, Tudela, Valencia y varias otras.

    Sin embargo, en estas ciudades fuera de Galicia el monstruo no se llama Coca, sino Tarrasca. Dragones malvados parecidos a la Coca vagaban por costas y ríos de toda la península Ibérica e incluso de Francia. Allí en aquel país, estos dragones aterrorizaron a la gente ribereña y a los buenos viticultores de la ciudad de Tarascón, a orillas del río Ródano, en Borgoña.

    En esta ciudad, el monstruo Tarasque, “mitad animal, mitad pez, más gordo que un buey, más largo que un caballo, con dientes como espadas y gruesos como cuernos, protegido a cada lado con dos escudos” se escondió en el río Ródano, “donde mató a los transeúntes y hundió barcos”. Los Tarrasque vivieron hacia el año 309 d.C., en las marismas cercanas a esta ciudad. Pero, al igual que Coca de Redondela, el reino demoníaco de la Tarasca llegó a su fin. Desafortunadamente para él, Santa Marta evangelizó cerca. Advertida por la población aterrorizada por este monstruo, ella valientemente se enfrentó a él.


    Cuenta la leyenda de la Tarrasca de Tarrascón que ella lo encontró feliz en vida, saboreando a un hombre entero. ¡Pero esta sería la última comida de este monstruo codicioso! Santa Marta roció agua bendita sobre la codiciosa criatura y ésta se quedó dormida. Aprovechando el letargo del monstruo, quizás provocado por el agua bendita o quizás por la digestión del hombre que
    había tragado, los aldeanos lo mataron con espadas y piedras. Y así se extinguió el último cocodrilo, es decir, el monstruo tarrasco, de esa región del Ródano.

    Algunos dicen que el Tarrasque fue un ser procedente de la imaginación celta. Dicen que existió un ser mitológico al que los celtas que vivían en lo que hoy es Francia y la península Ibérica apodaron Taraska. Su cuerpo era mitad mujer y mitad serpiente. Era experto en engañar y seducir a los hombres, a quienes luego mataba y devoraba.

    La leyenda todavía sigue viva

    La leyenda de Redondela cuenta que Coca fue asesinada por valientes marineros gallegos. Pero es posible que todavía esté viva. Al ser una criatura mitológica en peligro de extinción, escapando de la persecución de los vecinos de Redondela, en Galicia, Coca se habría refugiado en Brasil donde cambió su nombre por el de Cuca, aunque manteniendo su aspecto de cocodrilo y sus alas de dragón. De esta manera habría conseguido escapar de sus perseguidores en Galicia y de las luchas en las que se vio obligada a enfrentarse a San Jorge en Redondela, aunque todavía tiene que viajar cada año a Portugal, donde en la ciudad de Monção se enfrenta a dicho santo.

    Festa da Coca de Redondela 2024

    Cómo cada año la fiesta de la coca de Redondela tiene lugar durante las fiestas del Corpus Christi. Puedes ver más información en la Web del Concello de Redondela

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